Dimensión de control interno
La Gobernación de Nariño implementa esta dimensión como un componente transversal que fortalece la gestión institucional, garantizando el cumplimiento de los objetivos, metas y compromisos establecidos en la planeación estratégica. Esta dimensión se concibe como un proceso permanente y participativo que involucra a todos los servidores públicos en el cumplimiento de sus funciones, el manejo responsable de los recursos y la garantía de resultados institucionales acordes con los valores del servicio público. Desde esta perspectiva, la Gobernación ha venido consolidando mecanismos de seguimiento, evaluación y control que permiten dinamizar el logro de los propósitos institucionales y la mitigación de riesgos en los procesos estratégicos, misionales y de apoyo.
El control interno en la Gobernación de Nariño se consolida como una herramienta para mantener la integridad institucional, asegurar el uso adecuado de los recursos públicos y promover la mejora continua de los procesos.
7.1. Política de control interno
7.1. Política de control interno
La Gobernación de Nariño implementa la Política de Control Interno con el propósito de garantizar que la gestión institucional se desarrolle bajo principios de transparencia, eficiencia y responsabilidad, mediante la aplicación de acciones, métodos y procedimientos que permitan prevenir, identificar, evaluar y mitigar los riesgos que puedan afectar el logro de los objetivos estratégicos y misionales.
Para su implementación, la Gobernación de Nariño aplica el Modelo Estándar de Control Interno (MECI), como herramienta que estructura y fortalece el Sistema de Control Interno (SCI) a través de la gestión articulada de cinco componentes, en coherencia con el esquema de las líneas de defensa, que definen claramente las responsabilidades de la alta dirección, los equipos directivos, los líderes de proceso y la Oficina de Control Interno de Gestión.
Los componentes del MECI que se desarrollan en la Gobernación de Nariño son:
- Asegurar un ambiente de control: la Gobernación fortalece su ambiente de control mediante el liderazgo y compromiso de la alta dirección, el Comité Institucional de Coordinación de Control Interno y los lideres de proceso. Esto implica fomentar los valores del servicio público, definir roles y responsabilidades claras, garantizar una planeación estratégica alineada con los objetivos institucionales y promover una gestión del talento humano estratégica, ética y orientada a resultados.
- Gestionar los riesgos institucionales: la gestión del riesgo es liderada por la Secretaría de Planeación e involucra a todos los procesos institucionales. A partir de la adaptación de los lineamientos del Departamento Administrativo de la Función Pública (DAFP) en lo relacionado a la administración integral de los riesgos, se identifican, evalúan y gestionan los eventos potenciales —internos y externos— que puedan afectar el cumplimiento de los objetivos institucionales, en este sentido, se elaboran los diferentes mapas de riesgos, los cuales se actualizan periódicamente y se les realiza el respectivo monitoreo y seguimiento.
- Implementar actividades de control: la Gobernación diseña e implementa controles efectivos que permitan tratar los riesgos identificados y mantenerlos dentro de niveles aceptables. Estos controles se materializan en políticas, procedimientos, instructivos, mecanismos de verificación y acciones preventivas y correctivas, fortaleciendo la cultura del control en todos los niveles.
- Garantizar la información y la comunicación efectiva: se promueve una gestión integral de la información que asegure la oportunidad, confiabilidad y trazabilidad de los datos institucionales. La comunicación interna y externa busca garantizar que los resultados, avances y decisiones sean conocidos por los grupos de valor y de interés, contribuyendo a la transparencia y rendición de cuentas.
- Realizar actividades de monitoreo y evaluación continua: el monitoreo permanente y las evaluaciones periódicas —como la autoevaluación del control, auditorías internas y el seguimiento a los planes de mejoramiento— permiten valorar la eficacia del control interno, la eficiencia de los procesos y el grado de cumplimiento de los objetivos institucionales. Los resultados obtenidos alimentan los ciclos de mejora continua y fortalecen la toma de decisiones basadas en evidencia.
